Por el bien de la humanidad: exterioriza tu ira

Créeme. Funciona.

Escenario:

No son pocas las veces en que algún hijo de puta común y corriente que un día decidió hacerse experto en marketing porque no le da la mente para otra cosa que sirva para algo sacará a relucir su galera e hijo de re mil putas cualquier clase de argumento para destruir de manera vulgar y soez tu trabajo de los últimos días (madrugadas, tardes, noches, etc... ahí va tu vida social), y comiences a sospechar que te lo pidieron en primer lugar porque no saben qué carajo es lo que realmente quieren, pero sin embargo necesitan justificar sus abultados sueldos y sillas caras donde apoyan el culito todos los días. El mismísimo trono de la desdicha.

Problema:

Esa ira se acumula, y puede llegar a causarte cualquier cantidad y tipo de mal estáres: cólicos, histerias, desarrollo de paranoias y esquizofrenias por demás bizarras, puntadas en la cara, atrofia de hígado, deterioro de tus relaciones familiares y amistades, adicción a drogas, úlceras, entre otras.

Y tu no te lo mereces.

Solución:

Por eso, exterioriza tu ira, hermano. Manda al hijo de re mil putas mal hecho sorete mal cagado coitus interruptus puto revirado de esquina sucia chupa pija por dos mangos cucharón de gruyere fanático número uno del arte de remangar caqueros chocolateros, a la mismísima real y putísima madre que lo re contra mil puta parió, PUTO; y de paso, y ya que estás en el oficio, aprovecha para mandarla a ella también a la real concha de su putísima progenitora que, dicha sea la verdad, flor de aborto se perdió la muy puta en celo con olor a homeless, conchuda trola de dos mangos, que tuvo que desencadenar la cadena de putos mal cogidos que se pusieron en tu camino y, hoy, te piden que por favor, pienses algo más loco, más creativo, para quedarse tranquilos unos días más e ilusionarte que tu vida, y hasta tu trabajo, tienen sentido.

Resultado:

Te hará bien.

Y de todas formas tampoco aprobarán tu campaña y tendrás que adaptar algun pedazo de mierda que haya hecho algún gil como vos que se cansó, y que nunca exteriorizó su ira.

"Belime".