Hoy quiero comentar sobre algo tan nocivo como el veneno y mucho más molesto que una patada en los huevos. Algo que te regalan con una amplia y sincera sonrisa en el rostro,  no sin antes dejar en evidencia que se consideran por lo menos buenas personas. Hablo del optimismo extremo, esa característica nefasta de todos los hijos de papa que nunca salieron de su burbuja rosada y son  tan inocentes que piensan que la realidad de todos es igual. Pero mira que perdiste la pierna por algo, seguramente ahora murió tu mujer la aprecias más. Dios tiene planeado un mejor trabajo para ti.

Malditos optimistas de boca para afuera, cuando les pasa algo a ellos, se lanzan al drama y ahí si no están agradeciendo ni a la virgen ni a los santos.